El pasado jueves 25 de mayo de 2023, vivimos una verdadera revolución del Espíritu Santo, mientras palpitamos juntos la llegada de las lenguas de Fuego Sagrado en nuestras vidas.
A la espera y deseosos de sentir el corazón derretido en el ardor del Espíritu, ansiosos por vivir un nuevo Pentecostés, escuchamos una enseñanza basada en la historia de David y Goliat. Aprendimos una nueva manera de mirar a quien nos sostiene y defiende cuando las fuerzas caen, cuando el árbol es golpeado nuevamente en el mismo lugar. Vos, yo, cada miembro de la comunidad reconoce su guerrero, ese que se transforma en defensor si es necesario y lucha contra nuestro gigante hasta vencerlo; no por destreza o fuerza propia, sino por auténtica Gracia y Aliento Divino, ese que nos dio la vida y nos permite seguir caminando.
Reconociendo que transitamos la senda de santidad en comunidad y haciéndonos ello conscientes de que no estamos solos y no podemos dejar solos a quienes tenemos a nuestro alrededor, a la derecha y a la izquierda, pedimos la presencia del Paráclito, un nuevo defensor, así todos quedamos como los primeros discípulos: ¡llenos del Espíritu Santo!.
Un nuevo Bautismo vivimos unidos en oración, una verdadera revolución experimentamos, quienes estuvimos presentes en la sede de Palabra y Vida, ya entrada la noche celeste y blanca, cuando el Huésped del Alma, se posó en cada corazón.