Darío Ramos es licenciado en Educación y profesor en Historia, está casado con Eleonora Balverdi y tienen dos hijos Fátima y Lucas. Juntos participan activamente de la vida de la comunidad Palabra y Vida. Nació el 16 de maro de 1973 en Córdoba, República Argentina. Es el segundo hijo del matrimonio formado por Miguel Ramos y Mercedes Fili. Creció en un hogar de clase trabajadora, católico por tradición, pero no muy practicante. Desde niño sintió especial atracción por la vida espiritual y las historias de los santos que su abuela materna le relataba. 

A partir de conflictos matrimoniales, su mamá cae en un pozo depresivo y comienzan, como familia, a buscar auxilio por distintos caminos. Primeramente, con médicos, psicólogos y psiquiatras sin notar ninguna mejoría. Luego experimentaron con el esoterismo, hundiéndose más en la desesperación. Hasta que alguien les invitó a una Misa y posterior asamblea de oración de la renovación carismática católica. Desde ese día la vida familiar dio un giro de 180 grados y recuperaron la paz, Mercedes fue milagrosamente sanada de sus enfermedades emocionales y el matrimonio fue restaurado cumpliendo diferentes servicios dentro de la parroquia a la que asistían. 

Darío creció en este ambiente de mucha inestabilidad emocional lo que lo llevó desde muy joven a no encontrarle un sentido a su existencia. Sumido en un estado de angustia profunda a los 16 años, asiste a un Seminario de Vida, en el que sus padres servían y vive la experiencia del Bautismo en el Espíritu Santo. 

Por primera vez tiene un encuentro con Dios y descubre que lo ama y le da una misión: quiero vivir en tu interior y que me hagas vivir en el corazón de los hombres. De ese seminario salió completamente cambiado, había entendido el propósito de su existencia: la comunión íntima con Dios y el anuncio de su amor a todos. 

Desde entonces, junto a algunos de sus compañeros de curso y otros del mismo secundario siguen construyendo el Reino de Dios en este tiempo encarnando el carisma de la comunidad.

Así comienza una nueva vida buscando dar testimonio y predicando la Palabra en todos los lugares que le fuera posible. La primera plataforma de evangelización fue su escuela secundaria, allí se esfuerza para que sus compañeros tengan un encuentro con Dios y los invita a hacer retiros espirituales, a compartir jornadas de oración, a participar de Seminarios de Vida y finalmente a formar parte de un grupo que él intuía sería especial, porque se reunirían no para un apostolado parroquial, sino para vivir con radicalismo evangélico la Palabra de Dios. Es esa oración de un sábado a comienzos del mes de junio de 1991 lo que dio inicio a la primera domus de Palabra y Vida.