Dame lo que pides y pide lo que quieras
En un mundo lleno de incertidumbres y desafíos, es fácil perder la fe y la esperanza. Sin embargo, como comunidad, hemos descubierto que la oración y la confianza en Dios pueden llevarnos a experimentar momentos de gran alegría y satisfacción.
La frase «Dame, Señor, lo que me pides, y pídeme lo que quieras» de San Agustín, se ha convertido en una realidad vivida para nosotros. En el cierre del año, junto con los movimientos de la vicaría de laicos de nuestra diócesis, compartimos una celebración eucarística que será recordada por siempre.
Fue un momento maravilloso ya que nuestro arzobispo, Padre Ángel Rossi, nos autorizó tener a Jesús Eucaristía en el oratorio de nuestra sede. La emoción y la gratitud invadieron nuestros corazones. ¡El sueño se había convertido en una realidad!
Hoy, como comunidad, repetimos con convicción la oración de San Agustín: «Señor, dame lo que me pides y pídeme lo que quieras». Estamos dispuestos a recibir lo que Dios nos pide y a hacer su voluntad, sabiendo que Él siempre nos guía.
Que esta experiencia sea un testimonio de la fidelidad y el amor de Dios hacia nosotros y que nos anime a seguir confiando en Él, incluso en los momentos más difíciles.












