“Que todo lo que respira alabe al Señor” Salmo 150, 6
El sábado 7 de diciembre, nuestra comunidad vivió un día inolvidable en Carlos Paz, donde nos reunimos para celebrar el Alabanzón. Este evento, cuyo nombre tan cordobés significa «persona que alaba mucho», fue un espacio lleno de música, alegría y entrega a Dios.
La jornada comenzó con la prédica de Darío Ramos, quien nos animó a abrir nuestros corazones y vivir la alabanza como un acto de fe y amor a Dios. A través de sus palabras, nos recordó la importancia de alabar con sinceridad y entusiasmo, siguiendo el ejemplo del rey David.
El ambiente se llenó de gozo gracias al Ministerio de Música de nuestra comunidad, Palabra y Vida, que con sus cantos nos invitó a conectar con el Señor en cada momento. También acompañó el Ministerio de Música de Hijos del Dios Altísimo, quienes aportaron su música para que la alabanza resonara aún más fuerte.
La alabanza alcanzó su punto más alto cuando, al igual que el rey David, terminamos danzando y alabando a Dios con todo nuestro corazón. Fue un momento de celebración y libertad, donde todos nos dejamos llevar por la alegría de sabernos en Su presencia.
Para cerrar este día tan especial, el Padre Hugo expuso el Santísimo Sacramento, acompañado por cantos y alabanzas que llenaron el lugar de un profundo sentido de paz y adoración.
El Alabanzón fue mucho más que un evento; fue un encuentro con Dios a través de la música, la danza y la oración. Salimos renovados, con corazones llenos de gratitud y entusiasmo para seguir alabando en cada momento de nuestras vidas. ¡Gracias a todos los que hicieron posible esta experiencia tan bendecida!